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Banco de Herramientas: un salto cualitativo en el acompañamiento a unidades productivas

La segunda etapa del programa Banco de Herramientas y Materiales gestionado por Cáritas Bahía Blanca cerró con un encuentro virtual entre el equipo de Economía Solidaria y las emprendedoras que pudieron renovar sus máquinas, mejorar sus productos y condiciones laborales.
La iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación consiste en la entrega de subsidios no reintegrables a organismos gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, con la finalidad exclusiva de ser destinados a la compra de equipamiento, asistencia técnica y capacitación para la formulación, ejecución y acompañamiento de los proyectos.
Marina Huentenao, referente de EcoSol, explicó que en esta ocasión la selección priorizó «al grupo de textiles que venimos acompañando hace más tiempo, necesitaban un recambio en la máquina no solamente para tratar de mejorar la calidad en las finalizaciones de sus trabajos sino también por una cuestión de tiempos y de desgaste, ya que se rompían semanalmente o cada mes».
Se solicitó una máquina de doble arrastre de mayor potencia para un proyecto de marroquinería y una collareta de 5 hilos para reemplazar un antiguo modelo que, luego de ser utilizado en un espacio de producción colectiva en Cáritas, fue comprado por una de las participantes. «Una de las cosas que buscamos es generar espacios de formación y aprendizaje con máquinas un poquito más grandes para que puedan armar talleres en sus casas».
En el mismo rubro, se reemplazó una máquina familiar que demandaba muchas horas de trabajo a una de las productoras que tuvo un importante desarrollo de su emprendimiento en los últimos años. «Comenzó haciendo algo de marroquinería y terminó haciendo muñecos. Vimos un cambio muy impactante en la producción, en la calidad, en las ganas propias y en la diversificación de su oferta, ni bien llegó empezó a hacer un montón de cosas nuevas y optimizó el tiempo de trabajo».


El área EcoSol convocó a una instructora patronista modelista del Centro de Formación Profesional N°402 para que las productoras puedan conocer el uso correcto de las máquinas, las cuales tienen motores muy sensibles. «Perderle el miedo a la rapidez, sentarse, aprender a enhebrarlas, fue un experiencia linda en la casa de una de ellas».
La primera etapa del BHM incluyó a grupos asociativos para que los beneficios lleguen a múltiples familias. Huentenao comentó que «en este caso lo pensamos por rubro e incorporamos a Casasian que no está vinculado al rubro, es un emprendimiento de una escala intermedia, viene de un sector más establecido, el emprendimiento es su ingreso único para vivir y crecer.»
En Saldungaray una familia produce golosinas saludables elaboradas con semillas y frutos secos activados. Utilizan materia prima agroecológica y empaquetado 100% biodegradable y compostable.
«La experiencia nos pareció súper interesante, su mirada y sobre todo que era un matrimonio que había llegado después de la pandemia y andaba buscando lazos que les ayudaran a fortalecerse y crecer. Cáritas también debería ser una herramienta que ayude a quienes ya están consolidados en un espacio, que tienen algunos lugares de venta, y pueden aumentar la escala e incorporar a otras personas», afirmó la integrante de EcoSol.


Mediante el Banco de Herramientas recibieron una impresora, un horno deshidratador y las bolsas biodegradables para los envoltorios. Este último producto demandó gestiones especiales ante el único proveedor del país: «Fue todo un desafío para la pequeña escala que compramos en función de lo que ofrece, nos llevó muchísimos meses dado que priorizan a las grandes empresas.”
En el encuentro de noviembre, Cáritas y las y los beneficiarios firmaron el cierre del programa, lo cual implica que tras meses de seguimiento, las máquinas recibidas pasan definitivamente a manos de cada unidad productiva.


Una mirada hacia el trabajo cuidado
A partir de las experiencias recogidas en los Bancos de Herramientas I y II, desde la Red Nacional de Economía Solidaria de Cáritas Argentina se propuso su complementación mediante una propuesta denominada «Hacia Unidades Productivas Seguras y Sostenibles».
Las visitas a los emprendimientos evidenciaron que se producía un salto cuali-cuantitativo en los niveles de calidad y cantidad de producción y, al mismo tiempo, que se diversifican los productos y mejoraba considerablemente la calidad de vida de las y los productores surgían nuevas necesidades en materia de seguridad e higiene.
El equipo local de Economía Solidaría valoró la iniciativa como «un salto cualitativo muy grande porque, si bien Cáritas se caracteriza por acompañar en lo pequeño, lo cercano y a su vez se busca generar un impacto en las comunidades donde se van desarrollando estos emprendimientos, descubrimos una mirada que nos trascendió».
Se trata de la posibilidad de «ver de forma más concreta a las personas que ponen a andar esos emprendimientos. Las personas, su salud y el ambiente en que se desarrollan. Cosas que se pierden en lo cotidiano a pesar del tiempo compartido, o porque parecen inabordable, desde la complejidad estructural de las viviendas, sus vidas personales o problemas de salud. Este programa nos dio la oportunidad de poder acercarnos de una forma distinta, es un proceso muy profundo y potente hacia adelante porque después de esto deberíamos incorporar esa mirada en los nuevos programas».
Huentenao contó, a modo de ejemplo, que «cuando te acercás a una persona, valorás que vive de su emprendimiento hace 20 años pero nunca pensaste cómo está su espalda, en qué silla se sienta o si enchufa en un lugar seguro». Así se requirió a las trabajadoras un listado de prioridades.
En el rubro textil se entregaron protectores de luz y sillas ergonómicas. «Luego de recibirlas, una de las productoras que no la había seleccionado dijo: ‘no sabía lo que la necesitaba». A su vez, tres mesas de corte que no contemplaba el programa se pudieron sumar mediante una articulación con los CFP N°401 Y N°402.
En el rubro panificados se incorporaron mesas de acero inoxidable y la cooperativa de baldosas Las Flores obtuvo una cisterna y un tanque de agua. Todos los proyectos recibieron un botiquín de primeros auxilios.
El evangelio en sintonía con la economía solidaria que plantea un sistema económico donde el trabajo, las prácticas, el desarrollo y las oportunidades generen comunidades más justas, fraternas, y solidarias, nos da la oportunidad para que vivamos y disfrutemos la vida aquí y ahora. Sin sacrificios de generaciones para supuestamente las venideras vivan mejor, es un sistema que plantea la visión a futuro, pero disfrutando de la construcción de ese otro mundo posible ahora, porque la vida es abundante y es para todas las personas.

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